Sunday 18 April 2010

AMOR

Sólo es una palabra. Y algo tan pequeño no puede definir del todo a algo que comprende tantos sentimientos y reacciones.

Se especula sobre el amor cuando se está en la edad de la inocencia, cuando se está en la edad de experimentar y de aprender… Y cuando te haces adulto y oyes hablar a los más jóvenes sobre lo que es “enamorarse” te ríes y piensas que eras una tonta al pensar que estabas “enamorada” de cada chico que te gustaba. Por que es así, la adolescencia lo magnifica todo.
Pero enamorarse de alguien no es tan sencillo. Tiene que haber una serie de factores que obviamente no son tan fáciles de conseguir.
    Hablan de mariposas en el estómago, pero es más que eso.  De repente pierdes tu razón, sólo tienes ojos y oídos para él(o ella) todo lo que dice te parece bien… Cualquier posibilidad de contacto físico te derrite, y cualquier posibilidad de alejamiento te quema la piel, como si realmente ese miedo estubiese formado por fuego.
Creo que sólo conseguí una vez llegar al enamoramiento de verdad… 
La mayoría de la gente te suele enamorar de alguien cercano. De alguien con el que tiene esperanzas de “tener algo” Si no…¿Para qué interesarse?.
    Pero yo debo de ser  masoquista. A mi me van los retos, y siempre intento conseguir lo que sé que no puedo. Por eso me enamoré de él. Al principio pensaba que no sentía nada más que amistad, pero a medida que el tiempo pasaba, me daba cuenta de que mi cuerpo me pedía más. No hice caso. Me negué a pensar que lo que quería era estar con él, pues eso arruinaría más de una amistad. Pero al intentar negarlo, fue haciéndose más evidente… Y entonces me di cuenta. Y cuando quise pararlo, ya era tarde.
    Fue muy duro intentar que esos sentimientos se notasen, que nadie supiese nada,     que yo misma lo notase… Pero se hizo todavía más evidente cuando empezamos a separarnos. Noté como una gran piedra pesada me arrastraba debajo de la tierra, a un lugar lúgubre y tenebroso, en el que si tu expresión mostraba felicidad alguna, te castigaban con penitencia. Iba por la calle paseando, con la mirada perdida. Sentía que me ardía el pecho, y no tenía fuera ni para levantarme de la cama por las mañanas. Lloraba a todas horas, gritaba de rabia y de dolor, como si la persona de la que me alejaba se hubiese muerto. Y después nada… No sentía nada. No pertenecía a este mundo, no era yo… Ni siquiera podía contar con la gente que me rodeaba para contárselo, por que no debían saberlo. Así que empecé a ser distante  y fría.

    Esa fue la única vez que me enamoré de alguien. Y ahora noto como mi cuerpo, mi mente me piden que algo del pasado resurja de sus cenizas cual fénix… Me pide que a aquella otra persona que tanto quise, sin poder llegar a enamorarme de ella(muy a mi pesar) Esté lo más cerca posible de mi. Me lo pide ahora, cuando ha pasado tanto tiempo, y ya me es imposible recuperarle. Debo de ser masoquista, pues creo que me estoy volviendo a enamorar.

¿Entendéis ahora por qué creo que es una palabra tan pequeña?
   

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